
Cervantes volvió a vivir intensamente los Premios Princesa de Asturias. Para nosotros es una gran fiesta a la que nos unimos cada año porque nuestra filosofía es luchar e impulsar la cultura, y eso es lo que sabemos que hace la Fundación Princesa de Asturias desde hace más de tres décadas.
Karen Armstrong, galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, llegó a nuestra librería a las cuatro de la tarde, como estaba anunciado.
Hizo gala de la máxima de su tierra, «puntualidad británica». Firmó ejemplares de sus libros. Charló con los lectores presentes y repartió sonrisas y «buenas vibraciones».
Adam Zagajewski, el escritor polaco ganador del Premio Princesa de Asturias de las Letras, llegó a las cinco de la tarde.
Allí le esperaba una larga cola de incondicionales que pudieron manifestarle su admiración y su valentía, reflejada en sus escritos, especialmente, en sus bellos poemas.
Alternó inglés y francés para charlar con los presentes. Pero la sensibilidad y sencillez no entienden de idiomas.
El periodista y escritor Álex Grijelmo es uno de los habituales de Oviedo en estas fechas. Miembro de uno de los jurados, se acercó a nuestra librería, «como hago siempre que puedo», y charló con nosotros.
Él fue quien presentó la candidatura del grupo argentino Les Luthiers para el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades.
Y no pudo acertar más. Su deseo se convirtió en realidad.
Y hasta aquí vinieron escritores habituales como Sergio Vila Matas que se encontró con nuestra querida Ángeles Caso y entre ellos y, acompañados de Concha Quirós, hablaron y hablaron… de libros
Una jornada maravillosa que queda en nuestro rincón de buenos recuerdos. Porque junto a todas estas personalidades estuvieron apoyándonos y queriéndonos, como siempre, nuestros queridos lectores.
¡Gracias a todos!