Más de un centenar de personas acudieron a la presentación del último libro de Javier Lasheras, «Las mujeres de la calle Luna», ganador del 63 Premio Ateneo-Ciudad de Valladolid 2016.
Nuestro Foro Abierto se trasladó a la Biblioteca Pública de Asturias para hablar de la segunda novela del escritor extremeño, residente desde hace muchos años en Asturias.
En «Las mujeres de la calle Luna» Lasheras nos lleva hasta París. Una ciudad donde las luces no son tan intensas como estamos acostumbrados a imaginar.
En la capital francesa se suceden una serie de crímenes a mujeres, a la par que se produce el robo del cuadro «El origen del mundo», de Courbet, una pintura expuesta en el Museo d’Orsay.
En el acto participaron, además del propio autor, el editor, Miguel Ángel Matellanes, y el escritor Jorge Ordaz, que ejerció como presentador.
Ordaz reconoció que al leer esta historia, «me vi transportado a París. Está contada por un narrador omnisciente que narra una historia falsa, pero yo me la creí. Javier es un narrador de fuste».
Según señaló Ordaz, «la prosa no se lee, se paladea. Los personajes exhiben unos caracteres poliédricos; son redondos, nada planos».
A su juicio, «la novela funciona como un thriller detectivesco, clásico, pero también psicológico y moral. La novela rebasa las fronteras del género».
El presentador también resaltó que «Javier nos hace reflexionar sobre el terrorismo y el arte. Sobre el sexo y el seso. Sobre el poder y el pudor».
Por su parte, el protagonista del acto, el autor de la novela, explicó su proyecto. Un libro que nació y creció a lo largo del tiempo y que se vio interrumpido en algunos momentos.
De «Las mujeres de la calle Luna», Javier Lasheras destacó que «la forma de mirar es muy importante en esta novela. Nuestras vidas se han convertido en un simulacro y podemos llegar a ser narcisos».
En esta historia de crímenes y muchas más cosas, la música pone una nota de amabilidad. Piano, violín, violonchelo y saxo aparecen vinculados a diferentes personajes.
Junto a los instrumentos, partituras musicales. Pero también referencias cinematográficas y, sobre todo, maravillosas y minuciosas descripciones de todo. Del paisaje, de los personajes, de las situaciones, de los rincones, de los edificios.
Una historia que nos hará recorrer París de la mano de varios personajes y vivir situaciones al límite. Todo ello gracias a la maestría de Javier Lasheras.