La Historia ha olvidado a muchas mujeres a lo largo de los tiempos. Mujeres que destacaron en distintas disciplinas. Mujeres a las que les debemos muchas cosas de las que hoy disfrutamos. Mujeres anónimas que vivieron en un mundo de hombres.
Partiendo de estas premisas, el asturiano Miguel Ángel Delgado vuelve a sorprendernos con una historia que nos descubre el desconocido papel que desempeñaron centenares de mujeres anónimas en los mayores descubrimientos astronómicos de nuestro tiempo.
Delgado ha escrito una novela que nació tras descubrir a una de estas mujertes. «Mientras escribí «Tesla» descubrí a Henrietta Swan Leavitt, una de las calculadoras de Harvard,y me asombró su historia y descubrí que no era ella sola sino que había más que habían hecho descubrimientos».
Las calculadoras de Harvard son el grupo de mujeres contratadas por la Universidad de Harvard para clasificar las estrellas, su color tamaño y espectro, un trabajo intenso que sentó las bases de la revolución astronómica que sobrevendría en el siglo XX.
«Consulté bibliografía y sentí que tenía que hacer una novela que fuera un canto de amor a la ciencia porque la ciencia no es un capricho ni un lujo».
Junto a Henrietta Swan Leavitt, Annie Jump Cannon, Antonia Maury y, sobre todo, Maria Mitchell, personaje que hace de hilo conductor de toda la novela, se entremezclan personajes reales y ficticios, como el caso de Gabriella, una niña huérfana que representa un auténtico ejemplo de superación.