
Recuerdos, anécdotas y muchas vivencias compartidas centraron la presentación de «Para parar las aguas del olvido», el libro que Paco Ignacio Taibo I escribió en 1978 y que ahora vuelve a ver la luz en una reedición de Drácena.
El editor, Gastón Segura, comentó que «hemos añadido notas al pie de página y hemos incluido un índice onomástico para facilitar al lector el disfrute de este libro, ya que aparecen muchos personajes y algunos pueden resultar desconocidos».
Segura dijo que estas memorias «son como las de Baroja, o sea, no son al uso. No hay una cronología pero, en cambio, resulta una lectura amenísima y extrañísima, a la vez».
El editor resaltó que «se mueve entre la imaginación y la ironía, entre la gracia y la vivacidad; no hay rencor ni ajuste de cuentas. El libro son estampas, las de un grupo de amigos que comparten vivencias».
Taibo, junto a su hermano Amaro, Ángel González, Manolo Lombardero y Benigno conforman unas memorias generacionales. «No se ensaña con las situaciones difíciles que se vivían en aquella España».
Se contaron anécdotas. Varios familiares y amigos de Taibo estaban presentes en el acto. También se habló de la vinculación de Taibo con la librería Cervantes.
Emoción y gratitud a un hombre que, ante todo, se caracterizaba «por su enorme generosidad».