El poeta Antonio Gamoneda conquistó, una vez más, los corazones de sus lectores. Estuvo en Foro Abierto para hablar de su último trabajo, «La prisión transparente», y afirmó, con su lucidez habitual, que «el poeta es el que menos debe decir de sí mismo porque no sabe casi nada de sí mismo».
El escritor Manuel García Rubio, que actuó como maestro de ceremonias de jo que «su poesía es una fuente inagotable de algo que no sé cómo llamar. Estamos ante uno de los más grandes poetas de los último lustros. Por su calidad y por su público fierísimo».
García Rubio destacó «el ritmo y las palabras y elementos autorreferenciales» de la poesía de Gamoneda. «Su poesía cala, inyecta, emociona y conmociona, y siempre con placer».
A su juicio, «este libro transita por el fin de curso, tiene algo de balase y de despedida, Habla de cansancio y se enfrenta al final».
La editora de Vaso Roto, la mexicana Jeannette Clariond, destacó «el cariño que tienen a Gamoneda en Hispanoamérica» y habló del placer de trabajar con él.
Por su parte, el protagonista del acto, que llenó a discreción la sala de Foro Abierto, volvió a demostrar que ser grande no va unido a ser vanidoso y despertó las sonrisas de los presentes en más de una ocasión.
Gamoneda afirmó que «en más de una ocasión sentí que la prisión transparente era yo mismo en relación conmigo mismo».
El poeta leyó alguno de los poemas del libro y firmó y charló con sus incondicionales, con la amabilidad y el cariño que le caracteriza.