De la iniciación a la poesía, de lecturas precoces, de buenos y malos maestros, y de soledades y poemas en compañía hablamos en nuestro tercer encuentro poético, en una jornada muy especial: el Día Internacional de la Poesía.

Antón García, José María Castrillón, Rosario Neira y Moisés González compartieron con nosotros, bajo la batuta de José Luis García Martín, una velada íntima, llena de musicalidad y calidez. Todos ellos nos contaron sus primeros pasos y acercamientos a la lírica.

Antón García recordó que «viví bastante ajeno a la poesía en la juventud; la estudíabamos en el instituto, pero yo la veía como un género menor, hasta que la profesora de Literatura se puso enferma y vino el director».

García rememoró cómo el director «dedicó la clase entera a Garcilaso de la Vega y a un soneto; ahí descubrí la poesía. Cuando llegué a casa escribí un poema, por supuesto, un soneto; tenía 15 años y empecé a leer toda la poesía que encontré en mi pueblo, Tuña».

El paso siguiente fue convencer a su padre para que le suscribiese a una revista de poesía. «A partir de ahí, comencé a leer de forma ordenada: el Siglo de Oro, el Renacimiento, la generación del 27,… Hubo un tiempo en que creí que tras la generación del 27, ya iba yo, sin nadie más por en medio», bromeó.

José María Castrillón también se introdujo en la poesía a través de la enseñanza. «Gracias Lázaro Carreter llegué a Lorca y a San Juan de la Cruz; también a Jorge Guillén, que me impresionó, aunque ahora ya no tanto; y el primer poeta del que leí mucho fue Whitman, que me pareció arrebatador y optimista».

Actor y profesor, Moisés González reconoció que «tuve buenos profesores en el Bachillerato y eso me guió mucho en la poesía. En el colegio había hecho mis pinitos y mi hermano leí a los poetas. Además, yo, por el teatrto, leía a Lorca».

El amor por la poesía estuvo muy presente en su casa desde la niñez. «La poesía la descubrí por mi padre. Le encantaba leer y de pequeños nos leía, a mi hermano y a mí, poemas de Lorca y, sobre todo, de Machado, que era su preferido».

Los cuatro autores leyeron algunos de sus poemas. También disertaron acerca de la creación poética, de grandes poetas, de aquí y de lejos, y de premios. También contaron la concepción del arte poético en tono personal.

Antón García y José María Castrillón coincidieron en que a la hora de escribir un poema, lo primero es partir de una idea, aunque sea muy vaga, y ahí van saliendo los versos.

Moisés González señaló que «me dejo llevar por una idea, o por la mirada de un niño; otras veces, es de una manera artificial».

Rosario Neira dijo que «en mi caso, parto de una idea y le doy vueltas y vueltas».