César Antonio Molina, un testigo de la vida

El literato César Antonio Molina compartió en Foro Abierto, ante un nutrido público sus experiencias vitales, plasmadas en su libro «Todo se arregla caminando». Un homenaje a su padre, del que extrae su frase que da título a su trabajo, y que es un auténtico viaje interior en el que el autor conversa con los fantasmas de Nabokov, de Musil o de Rilke, entre otros. «Es la reflexión de una persona de su tiempo, que ha vivido entre dos siglos y que ha asistido a hechos históricos y cambios importantes y que es consciente de que todo este cambio tecnológico va a cerrar una forma de vivir y nos lleva a una vida diferente», aseguró.

El que fuera ministro de Cultura y actualmente director de la Casa del Lector, señaló que «soy testigo de lo que veo, de lo que vivo y de lo que vivo a través de las vidas de los demás. Y estoy seguro de que a través de la literatura somos capaces de mejorar aquello que hemos vivido».

Además, alabó a Miguel de Cervantes y al Quijote. «En todas sus obras está reflejada nuestra vida, la forma de ser de los españoles, la política, el amor y la forma en que debemos actuar».

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En su paso por Cervantes, el autor plasmó en nuestro Libro de Visitas estas palabras:

Para la Librería Cervantes, esta otra nueva-vieja Numancia, con el afecto y la admiración de uno de sus defensores. 400 años de la muerte de nuestro maestro.