Quería agradecer a todos su participación en el DÍA DEL LIBRO (sí, con mayúsculas), y como son tantos a quienes agradecer me he decidido por felicitar al día en sí, ya que es el hilo conductor que nos ha mantenido unidos durante toda la jornada festiva (que no laboral).
Gracias a nuestros clientes que pese a la adversa meteorología nos continuaron visitando y de esa manera compartieron con nosotros ese amor a la literatura que demuestran no solo durante este día sino durante muchos otros días del año. Lamentamos no poder contar ya con algunos de nuestros clientes de antaño, pero el tiempo pasa y nadie es eterno, de todas formas siguen en nuestros corazones.
Gracias al equipo de Cervantes y El Búho lector, un grupo humano impresionante que se crece en los momentos críticos y que siempre acompaña todas las iniciativas con tesón y actitud dignas de elogio. Su fidelidad a la librería y su fervor literario están fuera de toda duda. Siempre orgulloso de esta familia..
Agradezco a las autoridades que nos visitaron, del signo que sean, ya que por encima de todo estoy seguro que no ha sido su estatus político sino su amor a la cultura lo que les mueve, y me consta porque hemos coincidido en muchas otras actividades culturales.
Gracias a todos nuestros colaboradores habituales, aquellos que no se ven pero que nos sirven de soporte para que todo esté en su sitio y disponible a los clientes, hablo de comerciales, editoriales, transportistas, informáticos, etc. ; una labor en la sombra que no se aprecia pero se nota.
Ahora la parte triste, o menos alegre; me parece incorrecto que en un día al año de festividad y celebración de la cultura a través del libro haya instituciones o personas que se empeñen en «dificultar» la celebración del día a través de uno de los pilares de su misma filosofía que es «acercar el libro al gran público»; esto se hace sacando los libros a la calle como se hace habitualmente desde hace tiempo no solo en Oviedo sino en muchas otras ciudades. Debe haber un claro posicionamiento de parte de las autoridades para respaldar y facilitar todas aquellas acciones encaminadas a realizar esta labor (pese a la adversa climatología). Desgraciadamente ayer lo vivimos en carne propia, pero debe ser un punto de reflexión para cualquier otra librería que quiera realizar acciones con el libro como protagonista este día.
También eché de menos mayor presencia de autores, bibliotecarios y editores; los tres partes muy importantes del sector del libro y sin los cuales no sería posible este maravilloso mundo literario. Hay que tener en cuenta que no es el «Día de la Librería», ese ya lo hay en noviembre; es el «DÍA DEL LIBRO» el cual es protagonista absoluto en toda la cadena del libro, no solo en las librerías como parte comercial. Creo que nos debemos poner como tarea para las próximas ediciones pensar no solo en las celebraciones individuales sino en exaltaciones y acciones colectivas que permitan la difusión de la idea «LIBRO» a una escala mayor.
De todas formas es de agradecer que exista un día mundial que nos permita celebrar esta gran invención del libro, transporte de la cultura, pero a la vez también debe ser nuestra obligación no permitir que la celebración de este día caiga en la monotonía y el tedio, que al final significa invisibilidad general.
Muchas gracias a todos de nuevo.
Alfredo Quirós A.
Librería Cervantes