
Hay lugar para el amor en el registro de un fluir caleidoscópico: encabalgamiento de placeres y pesos, de apreciaciones y depreciaciones; tal es la geografía de lo entrevisto… Si nos fijamos, hay un grano en el limbo: el cuajo de una asamblea antes de que la lengua fuese red. Despertó el poeta al lado de la escritura. Memoria, dijo. Su voz, cómo no, contacto..
