
Mientras siguen llegando datos de los bajos índices de lectura, los expertos coinciden en que la lectura es uno de los mejores ejercicios posibles para mantener en forma el cerebro y las capacidades mentales.
Y es que alertan de que la actividad de leer requiere poner en juego un importante número de procesos mentales, entre los que destacan la percepción, la memoria y el razonamiento.
No podemos estar más de acuerdo. Leer activa nuestra mente. Nos hace más ricos. Nos ayuda a fomentar nuestros conocimientos y a «despertar» nuestra inteligencia.
Además, los datos apuntan a que reduce el estrés y nos ayuda a interrelacionarnos con nuestros semejantes. ¿Se puede pedir más? Sólo es necesario un libro y las ganas de devorarlo.
Leer desarrolla nuestra imaginación, lo que seguramente, nos hará ser más felices, y fomenta nuestra necesidad de aprender, algo que nunca deberíamos perder.
Muchas veces deseamos volver a ser niños. Y una parte de esa infancia está en vivir aventuras que, de mayores, nos parecen irrelevantes.
Seamos niños. Leamos más. Vivamos aventuras. Rescatemos a la princesa. Premiemos al caballero. Imaginemos que vivimos en un mundo mágico. Un mundo en el que siempre ganan los buenos.
Imaginemos…
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