Estos días leíamos en la prensa que la librería Ojanguren de Oviedo cerraría, tras muchísimos años, sus puertas. Hace unos meses otra histórica, la librería Cervantes de Salamanca, hacía lo mismo. Auténticos iconos de la lectura y el pensamiento (el pensamiento que nos hace libres) nos dejan para siempre. Y estamos tristes.
Ha habido gente que, a través de las redes sociales, nos ha comentado “estáis de enhorabuena! uno menos, venderéis más”. No hemos sabido transmitir lo que para nosotros es importante: la lectura y la defensa de un modelo de sociedad en la que creemos. En primer lugar debemos saber que cuantas más librerías existan más libros venderemos todas. Esto es así, una ley demostrada por los expertos en marketing. Cuantos más competidores (o colegas) más venderán todos. En su aspecto económico, por tanto, no nos beneficia en absoluto. Y en segundo lugar, y más importante, nos va abocando a una sociedad más deshumanizada, más injusta y que hará más infelices a las personas. Promovemos con todas nuestras fuerzas la lectura porque es la lectura la que forma personas más libres, con criterio propio, críticas y capaces de hacer un mundo mejor. Ni más ni menos.
Creemos en la lectura. Creemos en el valor de los libros. Y creemos en las librerías INDEPENDIENTES, que no dependen de intereses solamente económicos, que son especialistas, que están cerca de los lectores, que promueven la lectura en todos los ámbitos. Creemos en un estilo de vida mediterráneo donde prima la comunicación personal, la solidaridad. Una sociedad más humana.
No somos conscientes, o no utilizamos suficientemente, nuestro poder como consumidores. Consumir en el pequeño comercio aporta empleo, humaniza nuestra sociedad, vertebra la sociedad cuyo objetivo debería ser la felicidad del individuo. Cuando compres un libro, o cualquier artículo, piensa en lo que ganas cuando compras en una librería independiente o en el comercio de tu barrio, con unos segundos es suficiente, porque estás tomando partido por el futuro que quieres para la sociedad. Fácil, barato, rápido… no siempre son adjetivos positivos. Si no somos capaces de entrar en una biblioteca, un museo o una librería y emocionarnos, tenemos un verdadero problema.

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Estamos tristes, sí. Pero seguiremos luchando por nuestros valores, por seguir siendo una librería independiente que fomenta la lectura y el pensamiento libre.

#LEERNOSHACELIBRES

 

El equipo de Librería Cervantes