
La cultura está de luto
Amanece hoy, la jornada en que celebramos el Día de las Librerías, con dos tristes noticias para el mundo de la Cultura. Los fallecimientos de Francisco Nieva y de Leonard Cohen, dos pérdidas que en Asturias duelen aún más, ya que ambos fueron distinguidos con nuestros máximos galardones: los entonces Premios Príncipe de Asturias (hoy Princesa de Asturias).
El dramaturgo, escenógrafo, director de escena (de ópera, zarzuela y ballet), narrador, ensayista y dibujante Francisco Nieva fallecía dejando un ingente legado y con proyectos por hacer, a los 91 años.
Imposible resumir en pocas líneas su vastísima trayectoria literaria, que inició siendo niño, con relatos y breves piezas dramáticas. Ningún género se le resistió a este hombre polifacético, que se fue a París para trabajar como pintor y dibujante y que volvió a Madrid para ejercer de escenógrafo, entre otros, de Adolfo Marsillach. Y todo ello sin dejar de escribir.
En 1990 ingresó en la Real Academia Española, ocupando el sillón J. Ganó dos veces el Premio Nacional de Teatro, en 1980 y 1992. Ese mismo año se le otorgó el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Y en 2011 obtuvo el premio Valle-Inclán.
Trabajador incansable, su último estreno fue Salvator Rosa, de 1988, presentada en el María Guerrero en marzo de 2015, a las órdenes de Guillermo Heras.
El poeta de la música
También hoy nos despertamos con la noticia de la muerte de Leonard Cohen, conocido como “poeta de la música”, uno de los visionarios más prolíficos y reverenciados de la música. El poeta y cantautor canadiense acababa de publicar un disco en el que se declaraba preparado para el final de su vida.
Reconocido con el Príncipe de Asturias de las Letras en 2011, ofreció en aquel entonces un emotivo discurso en el que aseguraba que “la poesía viene de un lugar que nadie controla, que nadie conquista. Así que me siento como una charlatán al aceptar un premio por una actividad que no controlo”.
También en aquel discurso volvió a mostrar su “conexión y confraternización con el poeta Federico García Lorca”. Gracias a él, dijo”, encontró su voz. Y su admiración hacia el granadino le llevó a poner a su hija el nombre de Lorca.
Cohen siempre fue reconocido como poeta tanto como por su música, de hecho, publicó su primer libro de poemas en 1956, a los 22 años. En una ocasión dijo que se metió a la música porque la poesía no le daba para ganarse la vida.
Visionario en la música y en la poesía, volvió a ser, desgraciadamente, cuando hace muy poco afirmó que estaba preparado para la muerte y que sabía que estaba cerca.
Una jornada triste con la marcha de dos grandes de las letras. El mejor homenaje que se les puede hacer es no dejar que nunca mueran sus obras.