
El invierno y el otoño se asocian casi de forma inmediata a la lectura. Hace mal tiempo, nada apetece más que quedarse en casa y tapados con una manta en el sofá nada es más agradable que un buen libro. Pero el verano – que acabamos de estrenar – es también un período destacado para la lectura y los beneficios de leer en verano son muchos.
Sin duda, nadie puede discutirnos el placer veraniego de sentarse en la playa o en una tumbona, sin nada que hacer y con un buen libro entre las manos. El libro es uno más de los elementos de esa experiencia de relax, de desconectar del trabajo, del ruido y del día a día.
Poco importa si leemos en papel (el formato que según un estudio se prefiere para la lectura veraniega) o si lo hacemos en libro electrónico: leer en verano es una más de las caras positivas de estar de vacaciones.
Los beneficios de la lectura veraniega son además especialmente notables para los más pequeños. Según los datos de un estudio de la Graduate School of Library and Information Studies de la Dominican University, leer en verano es muy positivo para los escolares. Aquellos estudiantes que participan en programas de lectura durante el verano muestran una mejora importante de sus capacidades lectoras. El estudio también demostró que leer ayuda a no olvidar lo aprendido durante el invierno (porque la lectura, cualquier lectura, ayuda a mejorar el aprendizaje y la retención de lo aprendido).
Otro estudio, este centrado en niños de Educación Infantil, demostró que aunque los niños no leían mejor en lectura oral, si lo hacían mucho mejor en habilidades lectoras. Esto es, su lectura era de mayor calidad. Los niños además leían más en uno de los grupos del estudio porque los investigadores mandaban los libros por correo. El disfrute de recibir el libro hacía que tuviesen más ganas de leerlo. Igualmente, el estudio demostró que los programas de lectura veraniega tenían un impacto muy positivo en niños de familias con ingresos bajos.
Por tanto, la lectura en verano resulta muy positiva para los niños y es un elemento de valor para los escolares. Si a los niños no les seduce especialmente la idea de leer, siempre se puede echar mano de ciertos trucos para incentivar la lectura.