Hoy os traemos un debate que, pese a que pase el tiempo, siempre es peliagudo y más que defendido por ambas partes. Porque: ¿qué formato es el mejor para leer? ¿en papel o en digital?
Se dice que el lector es aquel que vive mil vidas antes de morir, que la literatura es libertad, que es una prueba irrefutable de que los humanos podemos hacer magia. Nos encanta leer y nos encanta hablar de libros, pero hoy os traemos un debate que, pese a que pase el tiempo, siempre es peliagudo y más que defendido por ambas partes. Porque: ¿qué formato es el mejor para leer? ¿en papel o en digital?
Empecemos por los hechos: el papel es lo mejor. Es lo primero, lo clásico, lo que siempre perdurará cuando las palabras ya no tengan valor. El peso de un buen libro entre las manos, el sonido de las hojas al pasar y ofrecernos su historia impresa, no hablemos ya del olor a lectura a punto de ser devorada… eso no nos lo puede quitar nadie. Si a ello le añadimos la agradable sensación que produce perderse entre estantes y más estantes atiborrados de novelas mientras tocamos tímidamente sus lomos, ya sea en nuestra casa o en nuestra librería de confianza, nos deja la cosas claras: los libros en físico son lo mejor.
Pero claro: lo digital es el futuro. A un golpe de clic te has podido descargar todas las novedades del mes a tu dispositivo e-reader, o incluso a tu teléfono móvil, para poder leerlas cómodamente sin tener que ir cargando con libros de más de 500 páginas que no saben lo que es el formato bolsillo. Es fácil, limpio, no ocupa espacio, los nuevos modelos son táctiles y hasta poseen wifi, tus estanterías no se resienten y no has de pasar horas y horas reordenando todas tus novelas y, lo mejor de todo, es mucho más económico en relación cantidad-precio. Porque sí, aunque un ebook de por sí es más barato que una novela, si ya nos metemos de lleno en los lúgubres pantanos de la piratería (¡oh!), el ahorro es aún mayor.
Obviamente, el peso ultra-ligero de nuestro e-reader no se puede comparar, ni por asomo, con la consistencia de un libro, del grosor de sus páginas, de sus ilustraciones a todo color, de la rugosidad y los relieves de su portada… pero ¡ah! la comodidad que produce salir de casa con nuestro aparatejo digital bajo el brazo, sin haber decidido aún qué leer, con la absoluta confianza de que lo decidiremos en el camino, pues hemos metido 20 novelas nuevas y seguro que alguna se nos antojará. Y si no nos gusta… ¡pues otra! Qué maravilla no tener que cargar con dos libros, sabiendo que a uno le quedan diez páginas pero para el resto del día no tenemos lectura… un e-reader nunca te fallará así. Él siempre ocupará un espacio pequeñísimo en nuestra mochila, pero uno muy grande en nuestro corazón. Pero claro… ¿y el tacto de un buen libro en las manos? ¿o mejor hacemos caso a eso de renovarse o morir?
Pero qué difícil es todo… ¿Qué es mejor para vosotros?