En primer lugar, es necesario tener claro cuáles son los criterios para clasificar el intervalo de cada generación de acuerdo con la edad de las personas. La categorización más aceptada hoy en día señala la existencia de tres grandes grupos generacionales: la generación X (nacidos entre 1960 y 1979), la generación Y o los millennials (nacidos entre 1980 y 1995) y la generación Z (nacidos a partir de 1995).

Claro, no es una consideración capaz de dejar a todos contentos. Algunos especialistas en psicología insisten en añadir a un nuevo grupo: la generación T, concerniente a aquellas personas nacidas a partir de 2010. Por ello, es necesario escudriñar los rasgos comunes de cada generación para responder la pregunta inicial, “¿las nuevas generaciones leen menos?” Lo más fácil sería intuir que la respuesta es “Sí, leen menos”, pero…

Los millennials leen más

Las apariencias engañan. Sería muy sencillo creer que la generación X, o incluso, los denominados baby boomer (nacidos entre 1946 y 1959) poseen una mayor predilección hacia la lectura, pero no es así. Aunque los millennials se convirtieron en la primera generación hiperconectada a través de internet, con altos valores éticos y sociales, no abandonaron los libros físicos para sustituirlos por textos digitales.

Al contrario, según un estudio publicado por The Expert Editor de Estados Unidos, durante 2019 el 80 % de los millennials leyeron algún libro en cualquier formato, de los cuales, hasta un 72 % leyó una copia impresa. La misma publicación afirma que los millennials estadounidenses leen un promedio de cinco libros al año. Asimismo, al momento de adquirirlos no están tan pendientes del autor tanto como del diseño, el precio y la portada.

También, la generación Y ha incorporado la lectura online como un elemento cotidiano de su vida (Independent, 2016). Esto no es raro, hay bibliotecas digitales con mucho material y que se pueden consultar gratuitamente. En consecuencia, el promedio de lectura semanal —en aquellos millennials nacidos en América Latina, por ejemplo— supera con facilidad las 6 horas semanales. Si bien portales como Amazon no reportan una disminución significativa en las ventas de libros impresos, la generación Z podría modificar esta preferencia radicalmente.

¿Por qué la generación Z puede darle el impulso definitivo al mercado de los libros digitales?

De una manera muy sencilla: aquellas personas nacidas a partir de 1995 son claramente más tecnológicas. Igualmente, estas demuestran una mayor implicación hacia temas ecológicos. Por consiguiente, los individuos de la generación Z tienden a considerar la impresión de libros como una actividad prescindible, innecesaria, contraria a la preservación de la naturaleza.

No generalicemos

Pero esto no quiere decir bajo ningún concepto que los integrantes de la generación Z leen menos en comparación con las otras generaciones. No. Pues al disponer de un mayor número de medios proveedores de información actualizada, los “Z-gen” pueden pasar muchísimo tiempo consumiendo información… por supuesto, otra cosa es si tienen un criterio bien formado para distinguir la veracidad del contenido.

Las redes y su efecto

El fenómeno de las redes sociales ha acentuado esta tendencia gracias a su cualidad de conectar a personas con intereses comunes, lo cual, incentiva a un mayor intercambio de información. Entonces, los libros digitales o e-book serán probablemente el formato preferido de los lectores a partir de la década de 2020. Además, será el momento cuando los nacidos a partir de 1995 tendrán una edad más relevante a nivel comercial. Bueno, aunque es necesario acotar que el libro físico sigue superando al digital en lo que a ventas y gustos se refiere.

La generación T

En cuanto a la generación T, es muy pronto para determinar cuáles serán los hábitos de lectura de los seres humanos nacidos a partir de 2010. De igual forma, es muy difícil descifrar cuál será el impacto comercial de este grupo en el comercio de libros. Se trata de individuos “Nacidos con un dispositivo táctil debajo del brazo”, catalogados a través de los algoritmos diseñados para agrupar los gustos y las preferencias (Enlaces – DW, 2019).

Finalmente, es necesario tener en cuenta (según el portal BBVA, 2018) que la generación T tiene desde 2016 más de un 80 % de bebés con presencia en internet. Incluye las imágenes de los niños en las redes sociales de los familiares, así como perfiles propios gestionados por sus padres. Por esta razón, el mundo analógico es todo un universo desconocido ellos… mientras que la hiperconexión es un aspecto “común y corriente”.

FUENTE: ACTUALIDAD LITERATURA