slandia se ha ido convirtiendo en los últimos años en el país en el que en la redacción de Librópatas nos gustaría vivir. Vale, hace mucho frío. Y vale que es un poco caro… pero ¡¡es el paraíso de los libros!!

Su capital, Reikiavik, fue una de las primeras ciudades nombradas ciudad literaria por la UNESCO y se podría decir que la totalidad de la población compra al menos un libro al año. ¡A los escritores el estado les da un sueldo para que se centren en la escritura! Y, por supuesto, está esa genial tradición, la jólabókaflóð, que se puede traducir como ‘inundación de libros antes de Navidad’. Las editoriales sacan una avalancha de novedades literarias antes de Navidad porque regalarse libros es la tradición en el país. El día de Nochebuena los islandeses intercambian libros y, además, se sientan a leer.

Pero la tradición está en peligro y con ello la condición de Islandia como paraíso literario.

Como apuntan en Quartz, los smartphones están haciendo daño al amor de Islandia por sus libros. Los datos del mercado así lo demuestran: la jólabókaflóðið, la tradición de lanzar muchos libros en Navidad para cumplir con el regalo, está en peligro. Los islandeses, o eso demuestran los datos que manejan en el medio estadounidense, ya no están comprando tantos libros como compraban en el pasado y eso está haciendo que la tradición pierda fuelle. En los últimos siete años las ventas de libros cayeron en un 43% y, como apunta el CEO de una editorial, las cosas apuntan hacia una situación peor.

Pero no se trata solo de que las ventas de libros estén cayendo, es también que los islandeses están leyendo menos (y sus hábitos lectores eran los que sostenían su condición de paraíso de los libros). En 2010 solo el 7% de la población decía que no había leído ni un solo libro en todo el año. En 2017 ya era el 13,5%. Los islandeses leen menos y las cifras de publicación en el país también están cayendo.

Los culpables serían los elementos clave de la vida moderna. Los smartphones e internet se estarían comiendo el tiempo que los islandeses antes dedicaban a leer.

FUENTE: LIBROPATAS