Mariano Arias protagonizó un emocionado acto en el que no faltaron los halagos personales y literarios, recuerdos, amistades y alguna que otra lágrima.

Él no estaba pero todos nos imaginamos, por momentos, que estaba entre los asistentes al acto en el que se presentó su última creación «Imagina bosque, imagina», que quedó encima de su escritorio.

Fue su querido gemelo del alma, Lorenzo, quien ordenó y dio forma a sus páginas, aunque él mismo había estructurado cómo quería que quedara este libro que no llegó a ver.

El editor, Álvaro Díaz Huici, contó los pormenores del proyecto y afirmó que «Mariano tenía muy dispuesto cómo debía de ser el libro, editorialmente hablando».

Lorenzo Arias relató, en muchos momentos, ahogado por la emoción, la relación personal y literaria entre ambos. «Para él, la palabra y la escritura merecían un gran respeto y en muchas de las cartas que dejó reflexiona sobre muchos temas que luego se han incorporado a sus libros».

Lorenzo Arias dijo que su hermano comenzó «Imagina bosque, imagina» en el año 2002 y quedó prácticamente terminado en 2013.

Javier Lasheras, gran amigo de Mariano Arias, relató el día en que se conocieron y muchas de las vivencias que compartieron en el cuarto de siglo en el que les deparó la vida de amistad. «Creo que cuando le conocí ya tenía en mente este libro. Se habla de su extensa obra literaria; en realidad, su contribución, en este sentido, fue breve pero muy notable, estilísticamente hablando».

El escritor Javier Almuzara se acercó espontáneamente a la mesa para leer y dedicar dos poemas a su gran amigo Mariano. Fue un momento de emoción, incluso para el propio Almuzara, que apenas podía terminar de leer los versos.

Un acto, en fin, de homenaje y cariño hacia un hombre que dejó una huella profunda en quienes le conocieromn, como quedó demostrado en el acto.