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odos estamos familiarizados con los robots y con las inteligencias artificiales. Nos ayudan a completar pequeñas tareas domésticas y, en definitiva, a hacernos la vida más cómoda. Así mismo, este tipo de tecnología ha comenzado a aplicarse en los ámbitos más distintos de la vida, y el mundo del libro, por supuesto, no podía ser ajeno a estas innovaciones. En realidad no es ninguna novedad: hace años que venimos reflexionando sobre los pros y los contras de incluir este tipo de tecnología en librerías y bibliotecas, que si facilita la labor de las personas pero al mismo tiempo pone en peligro sus trabajos ‒si bien es cierto que siempre se pensó para aliviar la carga en superficies muy grandes con fondos librarios ingentes‒.

Pues bien, esta tecnología se ha seguido desarrollando. Recientemente se ha presentado AROUND B, el robot librero. Este asistente guiará a los usuarios a través de la librería y los llevará a áreas de descanso donde podrán revisar los libros tranquilamente y si después de echarles un vistazo deciden que les interesan tendrán la posibilidad de depositar el libro sobre el propio robot, que lo llevará de vuelta al mostrador, o en caso de no quererlo a una sección de libros descartados, donde los empleados pueden recogerlos para volver a ponerlos en su sitio.

Por el momento parece que las funciones asumidas por este tipo de tecnología son básicas, pero no cabe duda de que se encuentran en pleno desarrollo y que de aquí a unos años, probablemente no muchos, sí podrá plantearse ese posible escenario en el que las máquinas dejan sin trabajo a los seres humanos ‒o, al menos, sin el trabajo manual que venían desempeñando hasta ahora‒.

FUENTE: LA PIEDRA DE SÍSIFO