• La época navideña es una de las más esperadas del año, pues en torno a ella se han gestado los recuerdos más felices de nuestra infancia.
  • La historia de la festividad está repleta de curiosidades y algunas de ellas son de carácter literario.

La Navidad es, sin lugar a dudas, una de las festividades más bonitas. Las calles se llenan de luces, de música, de ilusión y de niños correteando alegres de un lugar a otro. La época navideña nos traslada a nuestros años más felices, a aquellos 25 de diciembre esperando impacientes a que Papá Noel nos entregara nuestra recompensa por habernos portado bien durante todo el año.

Las Navidades son una tradición repleta de curiosidades: ¿sabías que la estrella de Navidad es originaria de Filipinas o que el muérdago es perjudicial para los humanos si se consume en grandes cantidades? De entre todos los datos curiosos que envuelven a esta festividad son los de cariz literario los que despiertan mayor interés en nosotros. Te presentamos algunos de ellos a continuación.

El origen de Papá Noel

Son muchos los mitos que giran en torno a esta figura representativa de la Navidad. Aunque fueron los anuncios de Coca-Cola lo que popularizaron al personaje, la primera aparición de Santa Claus tal y como lo conocemos data del 23 de diciembre de 1823, cuando se publicó en un medio neoyorkino y de forma anónima —aunque a día de hoy se le atribuye al profesor americano Clement Clarke Moore— el poema “Una visita de San Nicolás”.

En el texto se representaba a un señor gordo y alegre, con barba blanca y túnica roja, que surcaba los cielos en un trineo llevado por ocho renos y se colaba por la chimenea de las casas para dejar regalos a los niños. Tras popularizarse la historia, San Nicolás fue sufriendo diferentes transformaciones hasta llegar al Papá Noel de la actualidad, aunque los rasgos que lo definían en aquel primer poema siguen siendo los más representativos del personaje.

Charles Dickens y su estrecha relación con la Navidad

Aunque el autor inglés es el creador de uno de los cuentos más famosos sobre estas fiestas, lo cierto es que Dickens ya había escrito sobre ellas mucho antes de publicarse Cuento de Navidad, obra gracias a la cual se extendió la visión de la cena de Navidad como un evento especial y copioso.

En 1836, cuando tenía apenas 20 años y no había dado aún el salto a la fama, el escritor publicó el cuento “La historia de los duendes que robaron un sacristán” en uno de sus primeros libros, Los papeles póstumos del Club Pickwick. En el relato, que sería el origen de su obra cumbre, aparece un villano misántropo en Nochebuena que, después de que le sucedan una serie de hechos sobrenaturales, se convierte en mejor persona.

Por si fuera poco, la última historia de Dickens también fue de temática navideña. Escrita junto a Wilkie Collins, otro escritor con el que forjó un fuerte vínculo, “Prohibido el paso” vio la luz primero como una obra de teatro y más adelante como una novela.

La primera obra de teatro de Sartre

Otro autor que encontró inspiración en la Navidad fue Sartre, cuyos inicios como dramaturgo se vieron influidos por esta tradición. En 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, Jean Paul-Sartre fue capturado por tropas alemanas y confinado en un campo de prisioneros de guerra en Tréveris. Allí pasó nueve meses pero eso no le hizo desistir de la escritura; al acercarse la Navidad y con tal de esperanzar a sus compañeros de reclusión, compuso una obra de teatro titulada “Baronia, el hijo del trueno”.

La trama aborda el nacimiento de Jesús y se representó el 24 de diciembre de 1940, ganándose el inesperado aplauso de los alemanes. Tal fue su popularidad que algunos afirman que Sartre le debe a ella su liberación posterior.

La Navidad en la literatura de Tolkien

Así como ocurría con Dickens, hablar de las Navidades nos lleva a pensar en J.R.R. Tolkien. Este hecho se debe principalmente a que entre 1929 y 1942 el autor de fantasía se dedicó a enviarles a sus hijos un montón de cartas firmadas como Papá Noel; de este modo los mantenía entretenidos todas las Navidades. Con tal de hacer los textos más veraces, los acompañó de increíbles ilustraciones y en cada sobre puso un sello del Polo Norte creado por él mismo.

Las cartas fueron publicadas en 1976 y en ellas quedan recogidas todas las aventuras de Santa Claus y su secretario elfo. Algunos de los personajes que aparecen en las historias podrían estar inspirados en sus propios personajes de la Edad Media, especialmente Gandalf, a quienes muchos expertos relacionan directamente con Papá Noel.

Los escritores detrás de los villancicos

Los villancicos tal y como los conocemos no fueron de índole religiosa en sus orígenes. Cuando surgieron en el siglo XV se trataba de canciones tarareadas por campesinos en todo tipo de fiestas populares. Los tópicos que se abordaban en ellos eran de carácter amoroso, satírico y burlesco: la Navidad o la religión no tenía cabida entre sus versos.

De componer los villancicos se encargaban los escritores de la época. Uno de los creadores más importantes de estas piezas fue Juan del Enzina, que desarrolló su obra durante el reinado de los Reyes Católicos. Fue a partir del siglo XVII que los villancicos fueron relegados a las festividades navideñas, adquiriendo en este nuevo contexto tintes religiosos y temáticas en torno a la Navidad.

FUENTE: LECTURALIA